Visto lo visto en estos últimos días con la disputa entre usuarios que quieren una pantalla más grande para el próximo iPhone y los que no, he querido aportar mi opinión en esta modesta entrada.

¿Es una buena idea una pantalla mayor?

Desde siempre he pensado que un dispositivo con más de 3,7″ (exactamente esas) es una aberración, ya que es a partir de esas pulgadas cuando la ergonomía se empieza a ir a traste y el «móvil» empieza a parecerse más a su posterior evolución, un «tablet».

Siempre me he considerado una persona muy quisquillosa, y una de las cosas que más me incomodan es que se intente transformar algo en otra cosa que no es. No pretendamos tener un «móvil» con las desorbitadas pulgadas que existen actualmente en el bolsillo, porque os aseguro que no será nada cómodo.

¿Debería Apple aumentar las pulgadas de su próximo Smartphone?

Eso es una pregunta algo complicada, ya que son muchos los problemas que esto conlleva, aunque también trae algunos puntos positivos. Para empezar, problemas que pueden observarse desde el punto de vista de un programador es que para desarrollar apps para dos resoluciones distintas de pantalla es algo realmente tedioso (incluso siéndolo ya para una sola). Si queremos salvaguardar el encanto de la «autenticidad» del iPhone, pienso que Apple no debería variar el tamaño de la pantalla, ya que pienso que aunque traiga muchas ventajas con ésto, éstas ventajas no serán nada comparadas con los problemas que surgirán en un futuro.

Considero que Apple debe centrarse más en otros aspectos que afecten menos negativamente pero sean igualmente innovadores, tal como la supresión del botón «Home», el aumento de la delgadez para hacerlo más fino, la inclusión de un procesador aún mejor o incluso el aumento de megapíxeles de la cámara actual de 8 a más (11 quizás)… pero eso ya es decisión de los chicos de Cupertino.